17.4.09
El huapango
Y ahí andábamos cantando. ¿Dónde? En las peñas. El movimiento de folclor fue el que nos acogió; ahí cabíamos más o menos. Así que empezamos a conocer la música folclórica latinoamericana. Muchos rastros dejó este acercamiento: los instrumentos que incorporamos a nuestra música, las cadencias, los ritmos. Pero fue el huapango el que más nos enamoró. Aquí una muestra de lo que Jesús hizo con uno de ellos. Fue el antecedente de su Suite Huasteca, pues ya andaba jugando con el contrapunto. Nos acompaña Pepe Nieto, queridísimo amigo, que fue asesinado por unos desgraciados que asaltaron su restorán.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario