24.4.09

Pepete

Un día, de alguna semana, de algún mes de 1975, apareció en la casa el Pepete. Era amigo de El Babas y guitarrista de Mercedes Sosa. Cada vez que La Negra iba a México, el Santiago aparecía en la casa. Nunca soltaba su guitarra; en pijama, mientras nosotros desayunábamos, el nos deleitaba con su música. El caso es que, como iba diciendo, esa noche estuvimos oyéndolo tocar y oyendo música que él llevaba grabada. No recuerdo si eran discos o cintas, pero sí recuerdo que yo las grababa con una grabadorcilla, poniendo el micrófono cerca de la bocina. Jesús decía: Silencio, se graba; y todos muy calladitos oíamos la música mientras mi grabadora hacía lo suyo. De pronto, el Pepete preguntó qué íbamos a hacer al día siguiente: -Tenemos grabación, le dijimos. -Y ¿qué van a grabar? -El Septiembre mentiroso. -A ver, cómo va, yo quiero participar, dijo. Mi grabadora seguía funcionando, así que logré captar unos 8 minutos de cómo hicimos, prácticamente en bola, ese arreglo. Estábamos Jesús, Jorge, El Quenas, El Babas, desde luego El Pepete, y yo. Al día siguiente grabamos Septiembre mentiroso para el disco de Tengo que Hablarte y El Pepete grabó con nosotros.
Aquí están esos 8 minutos, muy deficiente el sonido, pero para nosotros un bonito recuerdo. Santiago Bértiz murió de cáncer el 30 de mayo de 1978, muy joven, calculo que no llegaba a los 40. La foto me la volé de internet y son Pepete y su padre.







17.4.09

El huapango

Y ahí andábamos cantando. ¿Dónde? En las peñas. El movimiento de folclor fue el que nos acogió; ahí cabíamos más o menos. Así que empezamos a conocer la música folclórica latinoamericana. Muchos rastros dejó este acercamiento: los instrumentos que incorporamos a nuestra música, las cadencias, los ritmos. Pero fue el huapango el que más nos enamoró. Aquí una muestra de lo que Jesús hizo con uno de ellos. Fue el antecedente de su Suite Huasteca, pues ya andaba jugando con el contrapunto. Nos acompaña Pepe Nieto, queridísimo amigo, que fue asesinado por unos desgraciados que asaltaron su restorán.


1.4.09

¡Cómo pasa el tiempo!

Hace más de un año que no escribía nada aquí. ¡Cómo pasa el tiempo! Y como pasa rápido, pues, de 1974, en dónde iba yo narrando, me paso a 1990. No sé cómo ni cuándo ni por qué, hicimos dos conciertos en la sala Carlos Chávez de la Unam (Dice Jesús que fue un ciclo de compositores mexicanos). En el primero, cantamos casi puras canciones de Jesús y, en el segundo, casi puras de Jorge. Digo eso, porque por ahí había dos canciones mías que cantamos en ambos conciertos. Del primer concierto no existe ningún registro. Recuerdo que alguien lo grabó en audio digital (muy chido para ese tiempo); del segundo,  en donde nos acompañaron varios compañeros, guardo un video en Beta (¡Sí en beta!) que he tratado de convertir a los medios más modernos. He aquí una probadita. Disfruten lo que se pueda; mientras tanto,  yo iré mejorando mis habilidades de editor de videos.